La masturbación es un comportamiento sexual normal y saludable cuando se realiza con moderación. Sin embargo, en algunos casos, puede convertirse en una conducta compulsiva y provocar muchas consecuencias negativas.
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Una de las principales consecuencias de la masturbación compulsiva es el deterioro de las relaciones interpersonales. Debido a que las personas dedican tanto tiempo y energía a esta actividad, a menudo descuidan a sus familias, sus relaciones y sus vínculos sociales. Esto puede provocar conflictos, distanciamiento e incluso relaciones rotas.
Además, la masturbación compulsiva también puede tener un impacto significativo en el rendimiento laboral y escolar. La dificultad para concentrarse, la fatiga y los sentimientos asociados de culpa y vergüenza pueden afectar el desempeño y el logro de metas.
A nivel físico, la masturbación excesiva puede provocar irritación y dolor en los órganos reproductivos, así como problemas de salud relacionados con la falta de sueño y la falta de actividad física. En algunos casos, puede aumentar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
Quizás una de las consecuencias más inquietantes de la masturbación compulsiva sea su impacto en la salud mental. Este comportamiento adictivo suele asociarse con baja autoestima, ansiedad, depresión y aislamiento social.
Aunado a lo anterior, la masturbación compulsiva puede hacer que una persona descuide otras áreas importantes de su vida.
Consideraciones finales
Aunque la masturbación en sí misma no es un problema, cuando se convierte en un comportamiento compulsivo puede tener un impacto negativo significativo en muchos aspectos diferentes de la vida de una persona.
Por eso, reconocer y buscar ayuda profesional de inmediato es fundamental para evitar estas consecuencias.
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