En los últimos años, hemos visto un creciente reconocimiento y visibilidad de la diversidad en todo el espectro de la sexualidad humana. Bajo este panorama, surgieron con fuerza dos términos: asexual y arrománticx, mismos que tienen sutiles diferencias.
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Asexualidad
La asexualidad se refiere a tener bajos niveles de atracción y/o deseo sexual hacia los demás.
Las personas que se identifican como asexuales no sienten deseo sexual, o en algunos casos lo sienten de forma muy limitada.
Esta tendencia se considera una variación natural y razonable de la sexualidad humana.
Arromanticismo
Por otro lado, el arromanticismo se refiere a la ausencia o bajo nivel de atracción romántica y/o deseo por otra persona.
Si bien lxs asexuales pueden experimentar atracción romántica, lxs arrománticxs no sienten este tipo de conexión emocional ni conexión íntima con su pareja.
Consideraciones
No todas las personas asexuales son arrománticas, ni viceversa. Por tanto, una persona puede identificarse como asexual pero aun así sentir atracción romántica o, por el contrario, no tener interés en buscar una pareja pero sí disfrutar de las relaciones sexuales. Esto nos muestra la complejidad y diversidad de las experiencias individuales en torno al sexo y las relaciones.
En resumen, mientras la asexualidad se centra en la atracción y el deseo sexual, el arromanticismo se centra en la atracción y el deseo romántico.
Estos dos conceptos forman parte del amplio espectro de la sexualidad humana y merecen aprecio y respeto en una sociedad cada vez más inclusiva.
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