La bisexualidad es una orientación sexual que se manifiesta en la atracción afectiva y sexual hacia personas de más de un género. Este concepto ha existido a lo largo de la historia, aunque a menudo se ha visto envuelto en un mar de mitos y malentendidos que distorsionan su verdadera naturaleza. Comprender qué significa ser bisexual es fundamental para reconocer y validar esta identidad, que forma parte de la diversidad humana. A pesar de su creciente visibilidad en la sociedad contemporánea, muchas personas aún albergan creencias erróneas sobre la bisexualidad, lo cual perpetúa la marginación y el estigma en torno a quienes se identifican como bisexuales.
Entre las percepciones equivocadas más comunes se encuentra la idea de que la bisexualidad es simplemente una fase o una indecisión en la orientación sexual de una persona. Este mito invalida la experiencia bisexual y niega la complejidad de la sexualidad humana. Asimismo, todavía persiste la noción de que las personas bisexuales son más promiscuas o tienen una menor capacidad de compromiso en las relaciones, lo que puede generar conflictos en su vida personal y social. Por tanto, es crucial desmentir estos mitos sobre bisexualidad, ya que contribuyen a la desinformación y al juicio injusto hacia las personas que se identifican con esta orientación.
Mitos comunes sobre la bisexualidad
La bisexualidad a menudo está rodeada de prejuicios y malentendidos que han dado lugar a varios mitos populares. Estos mitos son percepciones erróneas que no reflejan la realidad de las personas bisexuales. A continuación, se describen algunos de los más comunes.
En primer lugar, uno de los mitos más extendidos es que las personas bisexuales son simplemente ‘confundidas’. Este estereotipo minimiza la validación de su orientación y sugiere que la bisexualidad es una fase temporal. Sin embargo, la bisexualidad es una orientación sexual completamente válida, y quienes se identifican como tal tienen una atracción genuina hacia más de un género.
Otro mito frecuente es la creencia de que las personas bisexuales pueden elegir su orientación. Esta idea implica que la sexualidad es una elección en lugar de una parte intrínseca de la identidad de una persona. La realidad es que la orientación sexual, incluida la bisexualidad, es una experiencia personal y natural que no se puede cambiar a voluntad.
Adicionalmente, existe la percepción errónea de que las personas bisexuales son más promiscuas. Este mito se basa en la asunción de que la atracción hacia múltiples géneros debe traducirse en un comportamiento sexual más activo o irresponsable. En verdad, la promiscuidad no está asociada con la bisexualidad y las personas en esta comunidad pueden tener relaciones estables y comprometidas, igual que cualquier otra orientación.
Otros mitos incluyen la idea de que la bisexualidad es una forma de lesbianismo o de heterosexualidad, lo cual ignora la complejidad del deseo humano. La noción de que las personas bisexuales están ‘en un estado intermedio’ tampoco es acertada, ya que su experiencia se fundamenta en la atracción hacia más de un género de manera igualitaria.
Impacto de los mitos en la comunidad bisexual
La propagación de mitos sobre la bisexualidad tiene un impacto significativo en las personas que se identifican como bisexuales. Estos mitos generan estigmas que llevan a la discriminación y a la presión social, afectando el bienestar emocional y psicológico de quienes son objeto de tales creencias erróneas. Muchxs bisexuales sienten que enfrentan una doble discriminación: no solo son desafiados por los prejuicios contra las personas LGBTQ+, sino que además sufren debido a la falta de reconocimiento y legitimidad respecto a su identidad sexual dentro de la propia comunidad.
Un ejemplo común es la idea de que las personas bisexuales son «más promiscuas» o «no pueden tomar decisiones». Esta percepción errónea puede provocar que lxs bisexuales sean estigmatizadxs y etiquetadxs, llevándolos a experimentar ansiedad y depresión. La presión para «escoger un lado» puede resultar abrumadora para aquellxs que se sienten plenxs en su identidad bisexual, creando un sentido de alienación y desconfianza en sus relaciones interpersonales.
Además, la falta de representación en los medios y la cultura exacerba este problema. Muchas veces, las narrativas en series, películas y otros formatos de comunicación perpetúan estos mitos sobre bisexualidad, formando una imagen distorsionada que muchos adoptan como real. Al no verse representados de manera precisa, las personas bisexuales pueden sentir que su identidad no es válida o que su experiencia no cuenta, llevando a una invisibilización social que afecta la autoestima y la salud mental.
Conclusión y llamado a la acción
Es fundamental reconocer que los mitos sobre la bisexualidad pueden perpetuar estigmas y malentendidos que afectan negativamente a las personas que se identifican como bisexuales. Desmentirlos es un paso necesario hacia la promoción de la aceptación y la inclusión de todas las orientaciones sexuales.
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