En el contexto de las relaciones LGBT+, identificar las red flags en una primera cita es fundamental para asegurar una experiencia saludable y segura. Una de las señales más evidentes es la falta de interés genuino en conocerte. Si tu cita parece desinteresada, distraída o constantemente enfocada en su teléfono, puede ser un indicador de que no están realmente comprometidos en formar una conexión auténtica.
Otro comportamiento alarmante es el control. Esto puede manifestarse de diversas formas, como presionarte para que tomes ciertas decisiones o intentando manipular tus acciones y rutinas. En una relación sana, ambas partes deben sentirse libres y capaces de tomar decisiones de manera independiente.
La falta de respeto hacia la identidad de género o la orientación sexual es otra red flag importante. Si durante la cita tu compañero hace comentarios despectivos o muestra una comprensión limitada hacia tu identidad, es una clara señal de alerta. Este comportamiento no solo es irrespetuoso, sino también peligroso para tu bienestar emocional.
Finalmente, es vital prestar atención a cualquier comentario o actitud homofóbico, bifóbico o transfóbico. Esto incluye bromas inapropiadas, uso de términos ofensivos o cualquier declaración que minimice o critique las experiencias de las personas LGBT+. Un ejemplo específico sería si tu cita usa “bromas” que son, en realidad, insultos disfrazados hacia la comunidad LGBT+, lo cual indica una falta de empatía y entendimiento básico.
Es crucial estar atentos a estas red flags y tomarlas en serio. Ignorar estas señales puede llevar a relaciones tóxicas, que son perjudiciales para cualquier persona, especialmente dentro de la comunidad LGBT+. Asegúrate de confiar en tus instintos y priorizar tu bienestar emocional y mental en cualquier encuentro romántico.
Cómo responder ante una red flag
Identificar red flags durante una cita puede ser incómodo y desafiante, especialmente en el contexto de relaciones tóxicas. Sin embargo, es crucial abordarlas de manera efectiva para garantizar nuestro bienestar y seguridad. A continuación, se presentan algunas estrategias y consejos prácticos para responder asertivamente ante una red flag.
Primero, es esencial confiar en nuestro propio instinto. Si algo no se siente bien, probablemente no lo esté. El cuerpo y la mente a menudo nos envían señales de alerta ante comportamientos inapropiados o peligrosos. Escuchar y respetar esas señales es el primer paso para tomar decisiones rápidas y efectivas.
La comunicación asertiva es una herramienta vital en estas situaciones. Expresar incomodidad o desacuerdo de forma clara y respetuosa puede ayudar a dejar claros los límites y a evaluar la respuesta de la otra persona. Por ejemplo, si un comentario o comportamiento es inapropiado, se puede decir algo como, «Me siento incómodx con ese comentario» o «Preferiría que no hiciéramos eso.» Esta manera directa de comunicación no solo establece límites claros, sino que también puede prevenir la escalada de conflictos.
En casos donde la red flag se mantiene o intensifica, es fundamental tomar decisiones rápidas y seguras. No está de más contar con un plan de salida durante las primeras citas, como informar a una persona de confianza o familiar sobre el lugar y hora del encuentro. Tener una excusa preparada para salir de la cita de manera educada también puede ser útil, por ejemplo, «Lo siento, tengo que irme, tengo un compromiso temprano mañana.»
Finalmente, saber cuándo y cómo terminar una cita de manera segura es crucial, especialmente en situaciones que puedan escalar en conflicto. Si te sientes en peligro, es preferible abandonar el lugar lo antes posible y buscar apoyo de personas de confianza. Mantener la calma y la compostura puede ayudar a minimizar la posibilidad de una confrontación directa.
Aprendiendo y creciendo a través de las experiencias de citas
Las relaciones tóxicas pueden afectar a cualquier persona, pero es particularmente importante que la comunidad LGBT+ esté atenta a las red flags en las primeras citas. Estas señales de alerta pueden abarcar desde la falta de respeto hacia la identidad de género y orientación sexual, hasta comportamientos más sutiles como la falta de comunicación y el control excesivo. Identificar y actuar sobre estas red flags no solo nos protege, sino que también constituye un ejercicio crucial de autocuidado.
Es esencial para todos, especialmente para las personas LGBT+, comprender que merecen relaciones saludables y respetuosas. Tomar nota de experiencias pasadas y aprender de ellas puede ayudarnos a reconocer comportamientos perjudiciales temprano y elegir parejas que nos valoren y nos respeten. Cada cita, cada encuentro, es una oportunidad para crecer y conocer mejor nuestras propias necesidades, expectativas y límites.
Además, compartir nuestras experiencias y consejos con otras personas de la comunidad puede fortalecer un entorno de apoyo mutuo. Hablar abiertamente sobre nuestras vivencias no sólo nos permite sanar, sino que también brinda a otros la oportunidad de aprender y estar mejor preparadxs para futuras relaciones.
Si quieres conocer más ‘banderas rojas’ que puedes identificar cuando apenas estás conociendo a alguien te recomendamos este video de la psicóloga Celia Betrian.