Este domingo se suscitó una polémica durante el partido de futbol del Mónaco vs Nantes, de la Ligue 1 de Francia, debido a que un par de jugadores (Mohamed Camara y Mostafa Mohamed), se negaron a apoyar el mensaje contra la homofobia, por iniciativa de la Liga de Futbol Profesional (LFP) francesa, que debe realizarse en todas las canchas de la Primera División; y ahora se está debatiendo si Mohamed Camara, uno de los jugadores que rechazó participar en este acto, recibirá o no alguna sanción.
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Mohamed Camara, mediocampista del AS Mónaco y de la Selección de Mali, rechazó tomarse la foto contra la homofobia y permaneció detrás de la línea de la cancha. Además, tapó con un parche la bandera con los colores LGBT+ que el club puso en su camiseta.
Mohamed Camara divide opiniones
Aunque en redes algunas personas piden que se respeten sus creencias, alegando que “la comunidad debe aceptar que no todxs estén de acuerdo con sus ideologías”, otras afirman que la actitud de Mohamed es intolerante y un mal ejemplo.
Ministra francesa pide sanción
Tras este polémico hecho, Amélie Udea-Castéra, ministra francesa de Deportes, pide sanciones en contra de Mohamed Camara.
De acuerdo con ella, el comportamiento del futbolista es inadmisible y las sanciones deberían ir en contra del jugador y del club que permitió este acto tachado de homofóbico.
Por su parte, Adi Hütter, director técnico del Mónaco, afirmó que mantendrá una discusión interna con el jugador y mostró su apoyo a los lineamientos de la LFP.
Nuestra opinión
No es la primera vez que un futbolista rechaza apoyar una campaña en pro de la comunidad LGBT+. Sin embargo, estas acciones reflejan que todavía hace falta trabajar en el respeto hacia la diversidad sexual en un deporte claramente machista.
Por otro lado, hay que destacar que Mohamed Camara (Malí) y Mostafa Mohamed (Egipto) son jugadores provenientes de países en donde se condena la homosexualidad, por lo que puede puede entenderse que les cueste más trabajo abrir su mentalidad hacia estos temas y que tengan más renuencia cuando se les quiera ‘forzar’ a aceptar algo que toda su vida han visto como malo.
Así pues, aunque la FIFA ha hecho muchos esfuerzos para mostrar al futbol como un espacio seguro para cualquier persona, independientemente de su identidad u orientación, todavía hacen más y mejores falta acciones de sensibilización enfocadas hacia los jugadores (que no vean las campañas solo como una imposición) y hacia los fans del deporte.
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