La masturbación compulsiva, una forma de comportamiento sexual adictivo, puede tener un impacto negativo significativo en la vida de quienes la padecen y hay causas que pueden propiciar su desarrollo.
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Aunque esta condición afecta a una minoría, es importante conocer algunos de los principales factores de riesgo que pueden conducir a su desarrollo.
Un factor de riesgo importante es el trauma o abuso sexual infantil. Estos eventos pueden provocar problemas de autoestima, ansiedad y dificultad para desarrollar relaciones saludables en la edad adulta, lo que facilita el recurso de la masturbación como escape.
Asimismo, los trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad o los trastornos de la personalidad también aumentan la probabilidad de sufrir una masturbación compulsiva.
Estas condiciones pueden hacer que las personas recurran a la masturbación como forma de autotratamiento o para regular sus emociones.
Otro factor relacionado es la facilidad de acceso a la pornografía. Varios estudios han encontrado un vínculo entre el consumo excesivo de pornografía y el desarrollo de conductas sexuales adictivas, incluida la masturbación compulsiva.
Por último, la genética y algunos rasgos de personalidad también pueden desempeñar un papel importante. De hecho, hay investigaciones que sugieren que algunas personas pueden estar biológicamente predispuestas a desarrollar adicciones, incluida la masturbación compulsiva.
Consideraciones finales
Es importante enfatizar que la presencia de estos factores de riesgo (de alguno o todos) no necesariamente significa que una persona desarrollará el problema.
Sin embargo, conocerlas puede ayudarle a identificar señales de advertencia y buscar ayuda profesional de inmediato.
Si quieres conocer más sobre la masturbación compulsiva te recomendamos este video de Francisco Shibata.
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