El amor platónico, a diferencia del amor apasionado o romántico, se caracteriza por la falta de deseo sexual o físico; pero además de esto tiene otras características.
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Origen del amor platónico y sus características
El origen del amor platónico viene del filósofo griego Platón, quien lo definió como un amor puro y desprovisto de pasiones ya que estas, en esencia, son efímeras y falsas. Por tanto, se basa en una conexión profunda, una atracción de mente y espíritu.
Quienes experimentan un amor platónico sienten una genuina admiración y respeto por la otra persona y no esperan más que hacerse notar y disfrutar de su compañía.
A menudo, el objeto del amor platónico puede ser una persona inalcanzable, como una figura pública o alguien de una posición social muy diferente; pero sea cual sea el caso el sentimiento florece y permanece intacto.
En el amor platónico lo único que importa es la conexión mental y emocional. Por ende, no hay deseo de intimidad física ni expectativa de una relación mutua.
Consideraciones finales
Aunque el amor platónico puede parecer una forma de amor incompleta o incluso “inferior” en comparación con otros tipos de sentimientos, el amor platónico tiene un valor único.
Es una forma pura de relacionarse con lxs demás, sin intereses egoístas ni deseos mundanos; pues trasciende la materia y asciende al nivel espiritual.
Para quienes experimentan el amor platónico, este se convierte en una fuente de inspiración, fortaleza y crecimiento personal. Esto les permite desarrollar virtudes como la paciencia, la humildad y la capacidad de amar sin esperar nada a cambio.
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